“Desde el punto de vista económico, la presencia
haitiana retrasa la transformación de la economía, mantiene esquemas de
producción que debían ir siendo sustituidos más rápidamente y detiene el
crecimiento de los salarios reales”.
“En efecto, la presencia de los haitianos atrasa el
proceso de mecanización del corte de la caña, de la recolección del
arroz y del uso de equipos en la industria de la construcción. Además,
mientras haya haitianos dispuestos a trabajar por menos, los salarios
reales en el país no aumentarán”.
La riqueza y los salarios:
La riqueza de los dominicanos no aumentaría si la mano
de obra haitiana desapareciera, al contrario, disminuiría. El salario
de los trabajadores de la construcción aumentaría claro, pero solo
relativamente. Los costos de las viviendas aumentarían, también los del
azúcar y demás productos agrícolas, haciendo del país menos competitivo.
El dinero de los patronos dominicanos, como los
Viccini o empresas constructoras se queda
en la economía local y la dinamiza, generando a su vez empleo en otros
sectores. Los trabajadores dominicanos por la competencia se ven
forzados o incentivados a ampliar sus estudios, terminar el bachiller,
hacer un técnico o incluso ir a la universidad.
La riqueza de una sociedad se basa en la capacidad de
su gente para producir e intercambiar diferentes bienes y servicios.
Mientras más gente capacitada e ingeniosa haya, que produzca e
intercambie más bienes y servicios, más rica será esa sociedad. Agregar valor es lo que
genera riquezas en el mercado competitivo y global. De hecho, eso es lo
que los dominicanos han hecho, y por eso es que el desempleo se
encuentra en el promedio latinoamericano, mientras los haitianos predominan en el
sector de la construcción y otros.
Ahora nuestro país produce cacao orgánico, de mucho
valor, el cual necesita tecnificación y del cual somos el primer exportador mundial. También ahora, nuestro principal producto de
exportación es el aparato de transfusión de sangre, por encima de
cualquier producto agrícola y minero (con excepción seguramente ya, del oro, desde el año pasado); mientras que la fabricación de chancletas,
calzoncillos, etc., se quedaron atrás para dejárselo a
los centroamericanos.
Si los bienes y servicios que produce una sociedad
para el mercado global son muy demandados, de mucho valor, más rica será
esa sociedad, y para lograr eso se necesita gente capacitada. Es cierto que hay excesos de universitarios, pero solo en ciertas carreras.
Nuestra principal fuente de divisas, el turismo, que es exportación de
servicios; pero tenemos que
importar muchos profesionales de la carrera de hotelería, porque aquí no
hay suficientes. Si coqueros, limpiabotas y cortacañas de San Pedro se
pusieran a estudiar inglés, encontrarían un buen trabajo y sueldo en un
hotel; si hicieran una carrera en turismo u hotelería, serían pudientes. Los
dominicanos no necesitamos ni deberíamos ponernos a vender cocos, ni a
limpiar botas, ni a cortar cañas. Si los haitianos quieren esos sectores
económicos, se los podemos regalar, porque después de todo, el azúcar
de la caña ya no vale nada. El hecho de que todavía se siga produciendo
azúcar en nuestro país es evidencia de nuestro atraso (o el atraso de
los haitianos) porque no deberíamos siquiera estar produciendo eso ya.
Pensar que se deberían expulsar a los haitianos para que los dominicanos
lo hagan por un mayor salario es una completa locura.
La maquinaria:
Nuestra industria azucarera
siempre recibió toda la maquinaria que había disponible. La trajeron
siempre los cubanos americanos desde finales del siglo XIX R (página 163). ¿Recuerdan
el Central Romana? El capital para la inversión de maquinarias venía desde
afuera, lo traían porque era rentable y un producto altamente demandado
en el mercado internacional.
En todo el mundo, la mayor parte del corte de la caña se hace a mano con machete y no con maquinaria para cortar la caña (cosechadoras).
Las cosechadoras aunque son más rápidas, dañan las raíces de la caña y lo que
hace que sea necesaria la replantación. Además, las cosechadoras deterioran la
caña y provocan una pérdida importante de sacarosa y disminución de su
calidad R (páginas 348 y 349).
Y por último, ¿de dónde saca Bernardo Vega que nuestra industria de la construcción no utiliza maquinaria que haría que la construcción de un edificio sea más barato? Quien sabe. Basta comparar los precios de una vivienda pequeña en las afueras de Miami con la de una grande en el centro de Santo Domingo.
Pero todavía hoy día aún con los precios del azúcar
deprimidos, nuestra industria todavía sigue invirtiendo en nuevas tecnologías y
maquinarias, de hecho, en los últimos años invirtieron mil millones de dólares,
incluyendo la introducción de nuevas variedades de la caña, la compra de 47
máquinas cosechadoras, 300 tractores y 46 cargadoras que redujeron la utilización de mano de obra. Según el Inazucar: "aproximadante el 60 % de las labores del campo están mecanizadas" R (página 165).
Cosechadora |
Colombia es el país con mayor rendimiento del mundo por
hectárea cultivada de caña de azúcar, debido a que la región del Valle del Río
Cauca presenta las condiciones óptimas para el cultivo de la caña de azúcar R1, R2.
Hay solo 3 lugares en el mundo en donde se puede sembrar y cosechar la caña de
azúcar durante todos los meses del año: en el Valle del Río Cauca en Colombia,
en el norte de Perú y en Hawai.
Un informe de la Asociación de Cultivadores de Caña de
Azúcar de Colombia (asocaña), atribuía el éxito al uso de innovaciones
conocidas como Agricultura Específica por Sitio (AEPS), esto es, el desarrollo
de nuevas variedades de la planta más adaptables al clima y suelo específico de
la zona; y a técnicas de riego y manejo de fertilizantes; pero nada que ver con
maquinarias. En Colombia también, la mayor parte de la cosecha de la caña se hace a mano con machete.
En cuanto a nuestro sector arrocero, entre todos los agricultores comerciales, los que utilizan medianas y grandes extensiones de tierras, los procesos están altamente mecanizados R1 (página 184), R2. En tiempos anteriores, la cosecha del arroz requería de muchísima
fuerza de trabajo y ardua laboriosidad R. Ahora todo el proceso lo hace una
máquina cosechadora de arroz llamada “combinada”, que hace múltiples funciones
a la vez: el corte de la planta, luego el desmenuce para extraer el grano, y
finalmente la limpieza de este. Ya no se requiere de mano de obra intensiva
para cosechar el arroz; y hasta para sembrarlo, en las zonas donde el suelo lo
permite, se utiliza el "sistema de siembra directa mecanizada en suelo seco", que
requiere mínima o cero labranza.
Combinada |
Actualmente se están introduciendo nuevas combinadas que
eliminan el proceso de traslado de los sacos de arroz del campo a la carretera
mediante burros. Contrario a lo que piensa Bernardo Vega, la introducción de
las nuevas maquinarias en el sector arrocero no dejará sin trabajo a las
personas, sino a los burros.
Y por último, ¿de dónde saca Bernardo Vega que nuestra industria de la construcción no utiliza maquinaria que haría que la construcción de un edificio sea más barato? Quien sabe. Basta comparar los precios de una vivienda pequeña en las afueras de Miami con la de una grande en el centro de Santo Domingo.
Actualmente, en Miami, el hogar más barato de 3 habitaciones, 2 baños completos, construido después de 1950 y de entre 700 y 1100 pies cuadrados
(65 y 102 m²)
se está vendiendo a 84 mil 900 dólares. Esto es 3 millones 565 mil pesos. El
promedio de precios es de 146 200, esto es 6 millones 140 mil pesos (40
ofertas). Con las mismas características pero con un solo baño, la oferta más
barata es de 40 mil dólares. Esto es un millón 700 mil pesos. El promedio de
precios es de 99 428, esto es 4 millones 176 mil pesos (34 ofertas).
A nivel nacional el precio mediano de una casa en Estados
Unidos en 2011, era de 160 mil dólares (6 millones 700 mil pesos), es decir, que una mitad valía más de
160 mil y la otra mitad menos. El precio promedio era de 200 mil dólares (8 millones 400 mil pesos), con
una caída de 34 % desde los 303 mil que alcanzó en 2006.
En un residencial de la avenida Independencia, o en el
residencial José Contreras, Pradera Verde o Mar Caribe en los km.10 y 11, los
apartamentos de 3 habitaciones, 2 baños, de 110 a 150 m², primer piso, valen
un poco más de 4 millones; y 3 millones 300 mil en el tercer o cuarto piso R1, R2.
En Colinas de Arroyo Hondo y Los Ríos, apartamentos de entre
60 y 80 m²
de dos baños valen entre un millón 800 mil y dos millones en el tercer o cuarto
piso; y de un baño entre un millón y un millón 200 mil en el tercer o cuarto
piso también R.
¡Démosle gracias a los haitianos que nos construyen casas
tan baratas y que han construido todas las escuelas y hospitales de nuestro país!
Por otra parte, en la construcción del nuevo acueducto de la
ciudad, podemos apreciar la alta mecanización que ha alcanzado nuestra industria.
Máquinas taladradoras dirigidas por un operador dentro de una cabina con aire
acondicionado hace todo el trabajo de excavación; minitractores para trasladar
un poco de arena que podía ser movida sin ningún problema por un solo hombre
con un pala en 5 o 6 palazos, etc.
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